domingo, 23 de marzo de 2014

La Pasión de jesucristo,

Catolico conoce tu iglesia
By; Hilario Larry Torres

CONOZCAMOS
NUESTRA IGLESIA

(27)La Pasión de JesucristoLlega una  más. Esta semana no es de vacaciones, de diversión... los católicos recordamos la.
¡ Tenemos ganas de que esta Semana Santa sea diferente a la de otros años, queremos vivirla profundamente ! 
- Hemos preparado para ti, un recorrido por la , ¿Cómo fue, qué pasó, qué sintió Él?, ¿Qué puedes decirle en cada momento?

1) ORACIÓN EN EL HUERTO:- Entonces vino Jesús con ellos a un lugar llamado Getsemaní y les dijo: Siéntense aquí mientras yo voy a orar.
Señor: ayúdame como tú, a nunca alejarme de la oración. Enséñame a rezar y a orar.

- Y tomando consigo a Pedro, Santiago y Juan, comenzó a sentir temor y angustia y les decía: Triste está mi alma hasta la muerte, permanezcan aquí y velen.
Señor: me duele verte tan triste, hoy que te acompaño en tu pasión, quiero decirte que te amo y que estoy contigo.

- Y adelantándose un poco, se acostó sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, aparta de mí este cáliz; sin embargo, no se haga como yo quiero, sino como quieres Tú.
Señor: ayúdame a que cuando yo sufra o cuando le pida algo a Dios, siempre le diga como Tú: hágase tu voluntad y no la mía.
- Entonces se le apareció un ángel del cielo que le confortaba.
Gracias Dios mío, porque Tu nunca nos dejas solos cuando sufrimos, siempre nos mandas consuelo y fuerzas.
- Regresó a donde sus discípulos y los encontró dormidos y dijo a Pedro: Simón, ¿duermes? ¿Ni una hora has podido velar conmigo? Velad y orad para que no entréis en tentación.
Perdóname Jesús, cuántas veces me ha vencido la flojera y no he hecho eso que Tú me pedías. Que nunca deje de orar para que sea fuerte cuando tenga una tentación.

- Entonces llegaron los soldados al huerto, le prendieron y le llevaron a la casa de Caifás, el pontífice. Pedro le siguió de lejos y entrando se sentó con los criados para ver el desenlace. Una sierva le dijo a Pedro: Tú estabas con Jesús, eres de ellos. Pedro lo negó tres veces diciendo: no conozco a ese hombre que ustedes dicen.
Entonces cantó el gallo, y Pedro se acordó que Jesús le había dicho: Antes de que cante el gallo, me habrás negado tres veces. Después, salió y lloró amargamente.
Perdóname Jesús, yo también te he negado, he dicho que todo lo tuyo no me importa tanto, me ha dado pena decir que soy seguidor tuyo.
¿ Por qué me importará más lo que piensen los demás, que lo que Tú piensas de mí?

- Llevaron entonces a Jesús ante los sacerdotes judíos y después ante Pilatos (que era como el gobernador). Pilatos les dijo: Me han traído este hombre como alborotador del pueblo, más no he hallado delito alguno contra Él. Entonces todos empezaron a gritar ¡Crucifícale! ¡Crucifícale!
Entonces Pilatos tomó agua y se lavó las manos delante de la muchedumbre diciendo: Yo soy inocente de esta sangre. 
¿ Por qué Señor algunas veces seré como Pilatos, cobarde ? Sabiendo que algo está mal hecho, lo hago y me lavo las manos. Ayúdame Jesús a ser valiente para hacer siempre lo correcto, lo que Tú me has enseñado.

 
UNA CORONA DE ESPINAS:- Jesús fue azotado hasta quedar su cuerpo en carne viva, después los soldados lo llevaron dentro y reuniendo a toda la corte, le vistieron con una capa y le enterraron en la cabeza una corona hecha de espinas. Más sangre, más dolor. Después comenzaron a burlarse de Él, le herían en la cabeza con una caña y le escupían, e hincando la rodilla le decían: Salve rey de los judíos.
Mi querido Jesús: me duele tanto verte asì, humillado, pisoteado, azotado, sangrando por dentro y por fuera. Los hombres a quienes tanto amas, te hemos pagado así.
Tú, siendo Dios no tenías necesidad de sufrir todo eso, pero quisiste hacerlo por todos los hombres, ¡ por mí !... porque sabías que con tu sufrimiento se me perdonarían todos mis pecados. Pagaste con tu sangre el precio de mi salvación. ¡ Gracias Jesús por amarme tanto !

- Tomaron a Jesús, que llevando su cruz, caminò hacia el sitio llamado Calvario.
Jesús no puedes más y, aún así, cargas tu cruz, caes y te vuelves a levantar... Enséñame a mí a llevar mi cruz, mis penas, mis dificultades con valor como tú y enséñame a levantarme cada vez que caiga.
- Echaron mano de un hombre llamado Simón de Cirene para que le ayudara a llevar la cruz. 
Señor, yo puedo ser Simón de Cirene acompañarte para cargar tu cruz. Yo puedo rezar y ofrecerte sacrificios para consolarte, para demostrarte mi amor, para hacer más pequeño ese inmenso dolor que sientes. Dame la fortaleza también Señor para ayudar a mis hermanos que sufren a llevar su cruz con amor.

 
- Llegando al lugar, le crucificaron, clavaron sus manos y sus pies a la cruz. Siguieron burlándose de Él, diciéndole: Si eres el hijo de Dios, sálvate a ti mismo. 
Jesús dijo: Padre, perdònalos, porque no saben lo que hacen.
Cuanto dolor, cuanta crueldad, cuanta burla y
Tú, Jesús, todavía nos perdonas, nos disculpas.
Gracias porque yo peco y me vuelves a perdonar una y otra vez. ¡ De que tamaño será, Señor, tu amor por mí! Enséñame a perdonar a mis hermanos como Tú me perdonas a mi.

Estaban junto a la cruz su Madre y Juan su discípulo a quien amaba. Dijo Jesús: Mujer, he ahì a tu hijo. Luego dijo a Juan: He ahí a tu Madre.
Con esto Jesús quisiste antes de irte de este mundo, dejar a María como madre de todos los hombres. ¡Todavía nos regalaste lo más querido para ti, a tu madre! Te prometo Señor, querer mucho a la Virgen, tu Madre.

 
Jesús con voz fuerte dijo: Todo está consumado, en tus manos entrego mi espíritu y murió...
Señor, ojalá yo pueda el día de mi muerte decir al Padre: Padre, he acabado todo lo que tú me pediste, entrego mi alma en tus manos.

 
Jesús fue sepultado y pusieron soldados afuera de la tumba. Al amanecer del tercer día, fueron María Magdalena con la otra María a ver el sepulcro. Vino un gran terremoto, un ángel bajó del cielo y dijo: No teman, al que buscan no està aquì, ha resucitado, segùn lo habìa dicho.
Más tarde Jesús se les presentó a las mujeres y después a los discípulos varias veces. 
¡ Que alegría Señor! Has triunfado, has acabado con la muerte. Gracias a ti yo podré también cuando muera, resucitar y vivir para siempre contigo y con el Padre en el cielo.

¡ Gracias Jesús por venir al mundo, por sufrir y resucitar por mí! 

- Esta Semana Santa será diferente. Acompañaréa Jesús en todo su sufrimiento.
Cada noche leeré un pedazo de este tema
Lo leeré varias veces, después pensaré un rato en lo que he leído, platicaré con Jesús y le diré lo mucho que le amo.

sábado, 15 de marzo de 2014

La Confesión

La Confesión

Catolico conoce tu iglesia By Hilario larry Torres

Dios, lo que más quiere es que después de esta vida vayamos a gozar con Él en el cielo. Por desgracia los hombres a veces desobedecemos a Dios y hacemos el mal; cada vez que pasa esto perdemos la oportunidad de ir al cielo. Pero Dios ama a sus hijos con un amor tan grande, que quiso dejarles un medio para que pudieran pedirle perdón. Esto que nos dejó es: EL SACRAMENTO DE LA CONFESIÓN. LA CONFESIÓN ¿ QUÉ ES LA CONFESIÓN ? - Cuando pecas pierdes la amistad con Dios y se te cierran las puertas del cielo. - La CONFESIÓN es el sacramento que TE DA EL PERDÓN DE LOS PECADOS que has hecho, reconciliándote con Dios ¿ CUÁNDO EMPEZÓ LA CONFESIÓN ? El mismo día en que resucitó entre los muertos, Jesús nos dejó el sacramento de la Confesión. - En la tarde del domingo de resurrección, Jesús se apareció a sus apóstoles y les dijo: ¨ Como me envió mi Padre, así les envío yo. Reciban el Espíritu Santo, a quien les perdonen los pecados, les serán perdonados; y a los que nos se los perdonen, no les seràn perdonados ¨ - Como ves, Jesús mismo diò a los sacerdotes el ¨poder¨ para perdonar los pecados. - Algunas personas de sectas dicen que no se necesita confesarse con el sacerdote, que sólo hay que pedir perdón a Dios directamente. No te dejes confundir, esto no es cierto. En este evangelio ( Jn 20,19-23) vemos muy claro que Cristo da a sus apóstoles ( los primeros sacerdotes ) el poder de perdonar los pecados y no dice que cada persona pida perdón a Dios directamente para que se le perdonen. - Para saber como se hace una confesión, lo primero que hay que entender es: ¿ QUÉ ES PECAR ? - Pecar es HACER EL MAL , desobedecer a Dios y ofenderlo. - ¿ Y cómo se cuándo peco ? Pues pecas cuando no cumples los diez mandamientos de Dios. Estos mandamientos acuérdate que te los explicamos en el folleto número 4 y son: 1) Amarás a Dios sobre todas las cosas. 2) No jurarás el nombre de Dios en vano. 3) Santificarás las fiestas. 4) Honrarás a tu padre y a tu madre. 5) No matarás. 6) No cometerás actos impuros. 7) No robarás. 8) No mentirás. 9) No consentirás pensamientos ni deseos impuros. 10) No desearás los bienes ajenos. - Los pecados, según lo graves que sean pueden ser: pecados mortales o pecados veniales. ¿ QUÉ ES UN PECADO MORTAL ? - Para que un pecado sea mortal, debe cumplir tres condiciones: 1) Que el pecado sea GRAVE, o sea, grande. 2) Que el pecador SEPA que eso que va a hacer ¨es pecado¨. 3) Que a pesar de saber que eso es pecado, decida hacerlo. ¿ QUÉ ES UN PECADO VENIAL ? - Es hacer un pecado pequeño, una falta leve contra la ley de Dios. - Pongamos un ejemplo: una persona que dice una mentira grande que va a hacerle mucho mal a otra persona, y lo hace sabiendo que mentir es pecado, comete un pecado mortal. Una persona que dice una mentirita pequeña comete un pecado venial. Mentir es siempre pecado, pero hay de mentiras a mentiras ¿no? - ¿ Qué pecados deben confesarse ? Deben confesarse todos los pecados mortales que no se hayan confesado antes. - ¿ Es necesario confesar los pecados veniales? Según el Catecismo no es necesario, bastaría con pedir perdón a Dios, pero la Iglesia nos recomienda confesarlos, porque cada vez que nos confesamos recibimos una GRACIA ESPECIAL, una ayuda de Dios para no volver a caer. ¿ CÓMO DEBE HACERSE LA CONFESIÓN ? - Para confesarse hay que hacer varias cosas que te iremos explicando cada una : 1) Hacer un EXAMEN DE CONCIENCIA. 2) LA CONTRICIÓN. 3) EL PROPÓSITO DE ENMIENDA. 4) LA CONFESIÓN DE LOS PECADOS. 5) La PENITENCIA. 6) RECIBIR LA ABSOLUCIÓN del padre. 1) EL EXAMEN DE CONCIENCIA - Lo primero que hay que hacer es PENSAR EN QUÉ PECADOS HAS COMETIDO desde la última vez que te confesaste. A esto se le llama hacer un examen de conciencia. 2) LA CONTRICIÓN - Esto significa que tú pecador sientas en tu alma un verdadero DOLOR por haber cometido ese pecado y haber ofendido a Dios. Contrición significa arrepentimiento. - Recuerda que no hay pecado, por grande que sea, que no pueda ser perdonado si te acercas a la misericordia de Dios con un corazón arrepentido. - Para que el arrepentimiento sea perfecto, debes pensar que te arrepientes de tus pecados PORQUE AMAS A DIOS y no por miedo a irte al infierno. 3) PROPÓSITO DE ENMIENDA - Se necesita también que tengas la intención firme de NO VOLVER A COMETER ESE PECADO. La persona que se confiesa con la idea de que va a volver a hacer ese pecado y no le importa (pues al fin, se vuelve a confesar), no tiene verdadero arrepentimiento. 4) CONFESAR LOS PECADOS - Es decirle al padre los pecados, sin darle vueltas, tratando de ser claro y no olvidando ninguno. - No tengas pena ni miedo, recuerda que el padre representa a Jesús; es Jesús quien te ama, te escucha y te perdona. Y recuerda que después de la confesión tendrás de nuevo la amistad con Dios y podrás vivir más cerca de El. 5) LA PENITENCIA - Es lo que el padre le dice que debe hacer, al que se confiesa, para reparar el daño que hizo por su pecado. La mayoría de las veces el

VIVIMOS EN EL MUNDO PERO NO """"""SOMOS DE MUNDO""""

VIVIMOS EN EL MUNDO PERO NO """"""SOMOS DE MUNDO""""

" Catolico conoce tu iglesia ""Hilario Larry Torres,""

Tema: Vivimos en el mundo, pero somos llamados a estar separados del mundo. Objetos: Una botella transparente con su tapa, agua, aceite vegetal y color vegetal (food coloring). Llenar una tercera parte (1/3) de la botella de agua y echarle color hasta que el agua sea visible fácilmente. Añadirle aceite vegetal hasta que la botella esté llena dos terceras partes (2/3). El aceite flotará en el agua, pero cuando se mueva vigorosamente la botella, el aceite y el agua aparentarán estar unidas, ser una. Si se deja quieto por un período de 30 segundos aproximadamente, se separarán nuevamente. Escritura: "No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo" (Juan 17:16 y 18 NVI). En esta botella tengo dos cosas. ¿Pueden adivinar que son? Agua con color y aceite. Cuando miramos la botella con aceite y agua, la primera cosa que notamos es que se mantienen separadas el agua y el aceite. Pero miren lo que sucede cuando agito la botella. (Agítela). El agua y el aceite parecen ser uno, se unen. Pero en realidad, ¿se habrán convertido una sola cosa el aceite y el agua? Dejemos esta botella aquí un ratito para ver que sucede. ¡Miren! ¡El agua y el aceite se han separado otra vez! Eso nos demuestra que aún cuando se habían mezclado al agitarse realmente nunca llegaron a ser una sola cosa. Esta botella es una buena demostración de cómo Jesús desea que seamos en este mundo en el cual vivimos. Antes de morir, Jesús oró por sus discípulos. Oró que mientras vivieran en este mundo, no fueran parte de él, (no fueran uno con él). Él deseaba que ellos le dieran al mundo de los dones que Él les había dado, como el agua le dio color al aceite, pero Jesús no deseaba que sus discípulos se "mancharan" con el mundo. Él quería que ellos se mantuvieran siendo la persona que Dios había hecho. Quería que supieran de su amor y compartieran ese amor con otros. Esta oración es para nosotros tambíen. Nosotros. vivir en este mundo, pero Jesús nos ha llamado a estar separados. Así como esta agua con color está separada del aceite, Jesús desea que estemos separados del mundo. Querido Jesús, ayúdanos, mientras vivimos en este mundo, a ser fiel a tu llamado de estar separados del mundo.

Santa Tereza de Avila

""Autor: CATOLICO CONOCE TU"" IGLESIA HILARIO LARRY TORRES Ávila), SantaDoctora de la Iglesia, 15 de octubre Teresa de Jesús (de Ávila), Santa Virgen CarmelitaDoctora de la Iglesia Martirologio Romano: Memoria de santa Teresa de Jesús, virgen y doctora de la Iglesia, que nacida en Ávila, ciudad de España, y agregada a la Orden de los Carmelitas, llegó a ser madre y maestra de una observancia más estrecha, y en su corazón concibió un plan de crecimiento espiritual bajo la forma de una ascensión por grados del alma hacia Dios, pero a causa de la reforma de su Orden hubo de sufrir dificultades, que superó con ánimo esforzado, y compuso libros en los que muestra una sólida doctrina y el fruto de su experiencia (1582).Etimología: Teresa = Aquella que es experta en la caza, viene del griegoNacida en Ávila el año 1515, Teresa de Cepeda y Ahumada emprendió a los cuarenta años la tarea de reformar la orden carmelitana según su regla primitiva, guiada por Dios por medio de coloquios místicos, y con la ayuda de San Juan de la Cruz (quien a su vez reformó la rama masculina de su Orden, separando a los Carmelitas descalzos de los calzados). Se trató de una misión casi inverosímil para una mujer de salud delicada como la suya: desde el monasterio de San José, fuera de las murallas de Avila, primer convento del Carmelo reformado por ella, partió, con la carga de los tesoros de su Castillo interior, en todas las direcciones de España y llevó a cabo numerosas fundaciones, suscitando también muchos resentimientos, hasta el punto que temporáneamente se le quitó el permiso de trazar otras reformas y de fundar nuevas cases.Maestra de místicos y directora de conciencias, tuvo contactos epistolares hasta con el rey Felipe II de España y con los personajes más ilustres de su tiempo; pero como mujer práctica se ocupaba de las cosas mínimas del monasterio y nunca descuidaba la parte económica, porque, como ella misma decía: “Teresa, sin la gracia de Dios, es una pobre mujer; con la gracia de Dios, una fuerza; con la gracia de Dios y mucho dinero, una potencia”. Por petición del confesor, Teresa escribió la historia de su vida, un libro de confesiones entre los más sinceros e impresionantes. En la introducción hace esta observación: “Yo hubiera querido que, así como me han ordenado escribir mi modo de oración y las gracias que me ha concedido el Señor, me hubieran permitido también narrar detalladamente y con claridad mis grandes pecados. Es la historia de un alma que lucha apasionadamente por subir, sin lograrlo, al principio”. Por esto, desde el punto de vista humano, Teresa es una figura cercana, que se presenta como criatura de carne y hueso, todo lo contrario de la representación idealista y angélica de Bernini.Desde la niñez había manifestado un temperamento exuberante (a los siete años se escapó de casa para buscar el martirio en Africa), y una contrastante tendencia a la vida mística y a la actividad práctica, organizativa. Dos veces se enfermó gravemente. Durante la enfermedad comenzó a vivir algunas experiencias místicas que transformaron profundamente su vida interior, dándole la percepción de la presencia de Dios y la experiencia de fenómenos místicos que ella describió más tarde en sus libros: “El camino de la perfección”, “Pensamientos sobre el amor de Dios” y “El castillo interior”. Murió en Alba de Tormes en la noche del 14 de octubre de 1582, y en 1622 fue proclamada santa. El 27 de septiembre de 1970 Pablo VI la proclamó doctora de la Iglesia.Si quieres ahondar más en la vida de Santa Teresa de Ávila consulta: Teresa de Jesus, Fundadora y Orante Una Santa muy Española

La Conciencia Moral

La Conciencia Moral

Catolico conoce tu iglesia By;Hilario Larry Torres

Cada hombre lleva escrita en su corazón una ley. Por esto, con su inteligencia y voluntad puede distinguir el bien y el mal, lo justo y lo injusto, lo permitido y lo prohibido. Para ayudar a esta luz interior de la conciencia, que a veces se oscurece con el pecado y las pasiones, Dios ha dado los Diez Mandamientos, que sirven para todos y para siempre, y son norma de felicidad y de la buena marcha de cada persona y de la sociedad. Es necesario formar la conciencia moral para que sea buena y segura. ¿Qué es la conciencia moral? La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la calidad moral de un acto concreto. ¿Cómo sabe el hombre que un acto concreto es bueno o es malo? El hombre sabe que un acto concreto es bueno o es malo mediante su conciencia moral. ¿Puede equivocarse la conciencia? Sí, la conciencia puede equivocarse si no esta bien formada, porque ante un acto concreto podría hacer un juicio erróneo en contra de la razón y de la ley divina. ¿Cómo se forma la conciencia? La conciencia se forma con el conocimiento de la ley de Dios tal como la enseña el Magisterio de la Iglesia, con la práctica de las virtudes, la oración, la petición de consejo especialmente en la dirección espiritual y la recepción frecuente del sacramento de la Penitencia.

PARA QUE NOS CASAMOS SI YA VIVIMOS JUNTOS?

PARA QUE NOS CASAMOS SI YA VIVIMOS JUNTOS?

"CATOLICO CONOCE TU IGLESIA" **BY;HILARIO LARRY TORRES**

MUCHAS PAREJAS SE PREGUNTA ¿PARA QUE NOS CASAMOS SI YA VIVIMOS JUNTOS? Porque amarse y respetarse todos los días asta la muerte no es fácil, pero con dios todo es posible. Porque El matrimonio y tu familia son los mas grandes tesoros que puedes tener Por que Tú salvación y el de la sociedad humana y cristiana están estrechamente ligadas a la prosperidad del matrimonio y la familia DEJA QUE DIOS ENTRE EN TU VIDA Invítenlo a su casa, a su unión, convirtiéndola en matrimonio, en su relación de hombre y mujer convirtiéndola en un medio para la salvación. Que diferente hacer de algo normal, algo trascendente, hacerlo con Dios, hacerlo por Dios, hacerlo para Dios. Recibir el sacramento del matrimonio puede cambiar tu vida presente (la que se acaba) y futura (la que no tendrá fin) dándole a tu relación con tu esposo-esposa, un Gigantesco sentido para que hagas de lo común algo extraordinario y de lo que antes parecía extraordinario: Algo común. Esto requerirá de mucho esfuerzo, de mucha oración, de recibir los sacramentos, sobre todo el de la comunión tan seguido como sea posible, para que aumenten tu fe, tu esperanza y tengas una verdadera acción de amor con tu esposa-esposo con tus hijos. Para que teniendo a Dios en el centro del matrimonio, de tu familia, de tu vida, seas muy feliz y no porque las cosas sean como tu quieres sino porque teniéndolo a EL nada te puede faltar. DIOS CREO AL HOMBRE Y A LA MUJER POR AMOR Dios creo al hombre y a la mujer por amor y los llama a participar de manera especial de ese amor, en el matrimonio, amor mutuo que se convierte en imagen del amor perfecto con que Dios nos ama. Este amor dentro del matrimonio es bueno, muy bueno a los ojos del creador (GN1,31) Por eso Dios lo bendice y lo santifica en el sacramento del matrimonio que es un compromiso que hacen libremente los novios ante Dios y su Iglesia, recibiendo la gracia que es la ayuda gratuita que Dios le da para poder cumplir su promesa de amarse y respetarse todos los días de su vida. EL MATRIMONIO TAMBIEN SUFRE LA EXPERIENCIA DEL MAL Todos en nuestro alrededor como en nuestro propio corazón, vivimos la experiencia del mal. Esta experiencia también la vemos y la sentimos en las relaciones entre el hombre y la mujer. Que se ven amenazadas por la discordia, él querer dominar al otro, la infidelidad, la mentira, los celos y los conflictos que pueden conducir al egoísmo incluso hasta el odio y la ruptura. Estos problemas siempre presentes pueden ser de ligeros a muy graves y pueden superarse mas o menos. Según los individuos, la cultura, la época, la educación. Según nuestra fé, estos problemas no tienen su origen en la naturaleza del hombre y de la mujer ni en sus relaciones, si no en el pecado. El primer pecado o ruptura con Dios( pecado original), tiene consecuencias como la ruptura original de comunión entre el hombre y la mujer. Sus relaciones quedan distorsionadas por agresiones reciprocas. Su atracción mutua regalo de Dios (GN 2, 22), se cambia por una relación de dominio y de deseo sexual desordenado. La hermosa vocación del hombre y la mujer de tener hijos, de someter la tierra (GN 1,28) queda sometida a los dolores del parto y los esfuerzos de ganar el pan (GN3, 16-19). Pero el orden establecido por Dios aunque lastimado gravemente subsiste. Para poder sanar las heridas del pecado, el hombre y la mujer necesitan la ayuda de las gracia de Dios. Dios nos ofrece su gracia (su ayuda) en los sacramentos, primero en el sacramento del matrimonio, en la confesión o reconciliación, en la comunión. Depende de nosotros que queramos aprovecharla, Dios nos invita, nos busca, nos llama. Pero también respeta nuestra libertad, solo si nosotros queremos solo si lo dejamos entrar en nuestro corazón, en nuestras vidas. Sólo si nos acercamos a sus sacramentos, a su palabra, a la oración. La gracia empezará a crecer en nosotros y a transformarnos poco a poco, alejarnos del pecado y a restablecer el orden maravilloso que Dios quiere para nosotros. Déjenlo entrar, ábranle las puertas de sus corazones, aprovechen el llamado que dios les Hace. Pidan a la Virgen María de Guadalupe que les conceda unirse en santo matrimonio. Estos son los requisitos: • Acta de bautismo reciente para matrimonio. • Acta de confirmación. • Acta de nacimiento. • Tres fotografías tamaño infantil. • Acta de matrimonio por la iglesia de los padrinos. • Acta de matrimonio civil. Estos requisitos pueden variar y tienes que confirmarlos con el párroco. Te esperamos hoy en la oficina de la Parroquia. No te dejes vencer por la flojera, por lo que otros opinen, tú sabes que es importante para tu vida presente y futura bendiciones hermanos y amigos at; Hilario Larry Torres

LA FAMILIA

LA FAMILIA

Catolico conoce tu iglesia By Hilario larry Torres""

La familia y su estilo de comunicaciónLa familia es la primera escuela donde aprendemos cómo comunicarnos. La forma como aprendemos a comunicarnos en nuestra familia de origen determinará cómo nos comunicamos con los demás.Así el niño comienza aprendiendo gestos y tonos de voz de sus padres y hermanos, comunicándose a través de ellos. Por ejemplo, cuando señala con el dedo y pide "ete" ó "quielle" para pedir algo. En este caso, es la familia la que entiende e interpreta lo que quiere decir. Así las familias establecen formas de coordiI. narse que determinan y satisfacen las necesidades de todos sus miembros.La forma de comunicarse que tienen los miembros de la familia, determinará la forma en que los niños que en ella crecen aprendan una manera de emocionarse y de pensar. Esto significa que cada familia enseña a través de la forma que tiene de comunicarse, su estilo particular; los valores, forma de pensar y mirar el mundo. Comunicación en la familia Relaciones dentro de la familiaLa familia tiene distintos niveles para comunicarse. De acuerdo a ello se establecen grupos que tienden a tener un cierto tipo de relación en su interior y con el otro grupo: nos referimos a los padres y los hijos. Al interior de cada uno de estos grupos existe una relación de igualdad. Esto es, los padres - ambos adultos - establecen una comunicación como padres entre ellos para ejercer mejor su función. A su vez, los hijos establecen una comunicación de hermanos, iguales, que les permite pasarlo bien, jugar y ejercer su rol de hijos frente a los padres.En un nivel distinto de comunicación se encuentra la pareja que constituye un espacio exclusivo de los adultos y que no tiene que ver con la crianza de los hijos, ni con la mantención de la casa. La pareja existe en torno a la comunicación de ellos como pololos, amigos y amantes.De acuerdo a lo anterior, cuando hablamos de comunicación en la familia, debemos distinguir a qué nivel de estos sub-sistemas o grupos nos estamos refiriendo. Cuando la familia es capaz de dejar claros los límites y normas entre distintos grupos de la familia, la comunicación entre sus miembros tiende a ser más directa, eficaz y transparente. Esto significa que si los adultos en su rol de padres tienen un desacuerdo, deben ser capaces de no traspasar ese desacuerdo a la pareja y deben además tratar de no involucrar a los hijos en la discusión. Es algo que deberán resolver como padres, para luego transmitir a los hijos su decisión. En esto nada tiene que ver su comunicación como pareja.El estilo y la forma de comunicación comunicación en la familia que tengan o como sub-grupo de esa familia, dependerá de su historia familiar y de su forma particular de relación. Comunicación en la familia Familia y reglasLas familias fijan reglas para convivir, que están de acuerdo a los valores y normas que los guían. Estas reglas por lo general son definidas y aplicadas por los padres. En algunas familias, y de acuerdo a su estilo y valores, los padres permiten que los hijos participen en la discusión sobre cierto tipo de reglas (permisos, salidas, paseos, deberes en la casa, etc..). El que los hijos participen o no de estas decisiones dependerá de la forma que cada familia tenga de ejercer el poder en su interior (más democrática o autoritaria).Lo fundamental es que quienes velen por el cumplimiento de estas reglas estén de acuerdo y hayan definido dichas normas en conjunto. Esto permitirá ser consistentes a los padres, aumentando su credibilidad y eficacia para lograr que las reglas se cumplan. Una de las denominaciones que tiene el acto de fijar reglas es "rayar la cancha" a los hijos, y como se decía, este rayado debe hacerse de común acuerdo. Cuando los padres no logran acuerdo y tienden a discutir frente a los niños, o uno se alía con los hijos contra el otro, se tienden a generar problemas a nivel de la organización de la familia, que son difíciles de resolver (dictadura de los hijos, negación de la autoridad de uno de los padres, que dan origen a los habituales problemas conductuales en los hijos). Lo habitual es que los padres hagan uso de los castigos como forma de lograr que los hijos cumplan con las normas que se han fijado. En este sentido es necesario señalar que el uso del "costo de respuesta" (quitarles las cosas que les gustan frente a la trasgresión de las normas) brinda la mayor eficacia y eficiencia, como lo demuestran los estudiosos del tema, y que el premio y refuerzo (en forma contingente y estable) a las conductas deseadas es la forma más eficaz de lograr que se instauren nuevas formas de conducta en los hijos. Comunicación en la familia Qué y cómo comunicamosEn todo lo que hacemos, decimos o dejamos de hacer, estamos comunicando algo, ya que estamos siempre estableciendo una relación con el otro.En esa relación puede haber un convenio sin palabras de no hablarse, por ejemplo, cuando uno se sienta en una micro junto al otro al cual no conoce, "Aún en esa situación le comunicamos al otro que no queremos comunicarnos con él con gestos o postura de nuestro cuerpo. Es importante distinguir que existen 2 formas de comunicarnos: verbalmente y no verbalmente. Lo verbal se refiere a la comunicación a través de lo que decimos o escribimos. Lo no verbal corresponde a gestos, actitudes, posturas corporales, tonos de voz y/o miradas que yo hago cuando me relaciono con otro u otros.Es importante que lo que se dice a nivel verbal coincida con lo que se comunica con gestos o con el tono de voz. Por ejemplo, si una madre le dice a su hijo "No estoy enojada" y el tono es de enojo, el niño no sabrá si hacerle caso a lo que dice o al tono con que lo dice. Este tipo de contradicciones pueden llevar a una familia a tener dificultades en su comunicación y existe una mayor tendencia a que se generen problemas entre sus miembros.Construyendo una realidad familiar comúnLa familia es el espacio privilegiado de aceptación y amor de los seres humanos y es de gran relevancia el que esta emoción sea la que predomine en el clima de las relaciones intrafamiliares. Ello significa, entender y aceptar que los otros, puedan percibir un mismo hecho de manera distinta. Así es importante para las familias entender y respetar estas diferentes formas de ver las cosas que tienen sus miembros. Al enfrentar las diferencias se logra una mayor riqueza , pudiendo construir, a la luz del amor y la aceptación del otro una nueva forma de ver las alternativas y soluciones en común. En este sentido las familias constituyen un claro ejemplo de relaciones solidarias y cooperativas, ya que son capaces de unir las distintas visiones en pos de un objetivo común. Así las familias van co-construyendo una forma de enfrentar las dificultades diarias y de ver el mundo, negociando cuando es necesario llegar a acciones comunes o respetando y aceptando que los otros tengan distintas formas de ver algunas cosas, en otras ocasiones.Comunicando las expectativas y necesidadesTodos los miembros de la familia poseen necesidades y expectativas de los otros respecto a la satisfacción de dichas necesidades. Una de las dificultades habituales de las familias radica en pensar que "el otro es capaz de adivinar lo que yo necesito y debe ser capaz de adivinar que hacer para ayudarme a satisfacer esta necesidad". Así mismo se espera que los otros adivinen los sentimientos y emociones. Es fundamental que las familias sean capaces de aprender a lograr que sus miembros expresen sus necesidades, emociones y expectativas respecto a los otros, sin temor a la negación y descalificación por parte de los otros. Al explicitar dichos elementos se establecerán relaciones más claras y eficientes. Es importante no caer en el mito de la capacidad de "advinación" que pueden tener los otros miembros de la familia, y trabajar para que todos expresen sus emociones y necesidades a tiempo, evitando la acumulación de rabias y resolviendo los nudos de convivencia diaria. En este proceso es conveniente trabajar para que cada uno se responsabilize por sus emociones y necesidades ("yo siento esta emoción", en vez de decir "ustedes me hacen sentir esto") evitando involucrar a los demás en las opciones que cada uno hace. Este tipo de aclaraciones permite crear un clima de confianza y aceptación que facilita la expresión de afectos y el logro de soluciones comunes.La televisión y los espacios de comunicación familiarEn todos los hogares en los cuales existe un televisor las familias tienden a congregarse en torno a él, ya sea por acuerdo o desacuerdo sobre cual programa ver. En algunos casos el televisor es un miembro más de la familia que organiza la vida familiar en torno a los horarios de los programas, y desarticula las convencionales sobremesas familiares. Como quiera que sea no se puede desestimar la importancia que hoy tiene dentro de las dinámicas de comunicación y encuentro o desencuentro familiar. Es conveniente dejar algunas recomendaciones que permitan que se transforme en un elemento que aune a la familia en vez de distanciarla:Es conveniente que se regulen los horarios de uso del televisor de modo que todos los interesados tengan acceso al menos a un programa de su interés.El televisor no debe ubicarse en el lugar de encuentro común, ya que el que uno de los miembros esté viendo un determinado programa, afectará las posibilidades de los demás de interactuar entre ellos.Los programas de interés común o que merezcan dudas a los padres en cuanto a sus valores y modelos de conducta, es conveniente comentarlos y criticarlos positiva o negativamente con los otros. El televisor con alguno de sus programas puede constituir un eje que permita discutir y compartir temas relevantes para la vida familiar.Es recomendable que cada miembro de la familia no le dedique más de 2 horas diarias a ver televisión, ya que el desarrollo de otras actividades que estimulen la creatividad y la imaginación son muy necesarias para el desarrollo de la inteligencia en niños y adultos.

Érase una vez una mujer

"CATOLICO CONOCE TU IGLESIA"""""BY;HILARIO LARRY TORRES,""

Érase una vez una mujer muy devota y llena de amor de Dios. Solía ir a la iglesia todas las mañanas, y por el camino solían acosarla los niños y los mendigos, pero ella iba tan absorta en sus devociones que ni siquieralos veía. Un buen día, tras haber recorrido el camino acostumbrado, llegó a la iglesia en el preciso momento en que iba a empezar la misa Empujó la puerta, pero ésta no se abrió. Volvió a empujar, esta vez con más fuerza, y comprobó que la puerta estaba cerrada con llave. Afligida por no haber podido asistir a misa por primera vez en muchos años, y no sabiendo qué hacer, miró hacia arriba... y justamente allí, frente a sus ojos, vió una nota clavada en la puerta con una chincheta. La nota decía: Estoy ahí fueraGracias y Bendiciones at;Hilario Larry Torres,

Días de Todos los Santos

Días de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos

Catolico conoce tu iglesia ""By Hilario larry Torres""

Iniciamos el mes de noviembre con dos grandes Celebraciones cristianas: El día 1º de noviembre, la Fiesta de Todos los Santos. El día 2 de noviembre, la Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos. Junto a estas Celebraciones, se ha ido extendiendo la Noche de Halloween, el 31 de octubre, pero ésta no es una fiesta cristiana; ahora bien, si se celebra como una fiesta de disfraces y de forma sana, por ejemplo con regalos de dulces a los niños, no hay problema; en cambio es nociva y rompe con la fe en Cristo cuando se relaciona con supersticiones e incluso cultos satánicos. De manera semejante, el culto a la santa muerte no es expresión de fe cristiana .Detengámonos más en nuestras Fiestas cristianas: el 1º de noviembre, Fiesta de Todos los Santos: En que nos alegramos no sólo con los beatos y los santos canonizados por la Iglesia en un acto oficial y público, sino que incluimos a todos los que ya gozan de la redención de Cristo Jesús y así participan en la gloria de Dios. Entre ellos hay familiares y amigos, por ejemplo aquellos cuyo testimonio de vida nos ha llevado hacia Dios. Los santos son nuestros intercesores ante Dios y nos motivan para asumir también nosotros el anhelo de santidad, de modo que participemos un día en esta gloria de Dios, que ha de ser la meta máxima de nuestra vida. Nos dice san Juan: “Ahora somos hijos de Dios, pero aún no se ha manifestado cómo seremos al fin. Y ya sabemos que, cuando él se manifieste, vamos a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.” (1Juan 3,2). Por eso celebramos con gozo esta Fiesta de Todos los Santos, uniéndonos a ellos para alabar a Dios y renovar la esperanza de gozar un día con ellos y como ellos la visión eterna de Dios.   Al día siguiente, el 2 de noviembre, nos uniremos en oración por Todos los Fieles Difuntos, familiares, amigos y difuntos del mundo entero y que no nos consta si se han salvado o no, sólo Dios lo sabe; pero acudimos a la misericordia divina pidiendo que si ellos al morir se han unido a la muerte de Cristo, ahora se unan a su resurrección. Es normal que nos duela la muerte de los seres queridos, especialmente si ha sido reciente, pero los seguimos entregando a Dios, pidiéndole que ellos gocen ahora de su presencia. Al celebrar a Todos los Fieles Difuntos, también ofrecemos a Dios lo que nos queda de vida, para realizarla según Dios, y nos preparamos a nuestra propia muerte, sabiendo que al final de nuestra vida se nos juzgará sobre el amor, no sólo manifestado de palabra o en nuestras devociones sino sobre todo en nuestras buenas obras.

El adviento

El adviento

Catolico conoce tu iglesia ""By ;Hilario larry Torres""

¡Otro año más que se acaba! ¡Otra Navidad! Estarás pensando con quién la pasarás, esperando el aguinaldo, preocupado por los regalos, por lo que cocinarás... Detente un momento y reflexiona. ¿Te preocupa vivir una Navidad diferente? En este folleto te proponemos cómo hacerlo. ¡VIENE EL HIJO DE DIOS! Imagina que te llega una carta diciendo que en cuatro semanas, llegará a tu casa a hospedarse, el Hijo de Dios. ¡Qué honor! ¿Cómo a mi casa? ¿Qué haría yo? Por supuesto no me quedaría sentado y dejaría pasar el tiempo para preparar el recibimiento. Manos a la obra: 1) Hay que hacer una buena limpieza de la casa. 2) Hay que recoger el tiradero, el desorden, poner orden en casa. 3) Hay que adornar, pintar, poner flores, que se vea más bonita la casa. 4) Hay que preparar con alegría el recibimiento. ¿ QUE ES EL ADVIENTO ? - Cuando el Mesías llegó, pocos le esperaban realmente. "Vino a su propia casa, y los suyos no le recibieron" (Jn 1,11). Muchos de aquellos judíos, ocupados en sus quehaceres diarios, se habían dormido para lo más esencial de sus vidas y de la vida del mundo. - La palabra Adviento es de origen latino y quiere decir: VENIDA. - Para los católicos, el Adviento es un tiempo de espera, un tiempo especial para preparar el espíritu para el nacimiento de Jesús en la Navidad. - El tiempo de adviento abarca cuatro semanas antes de Navidad. - Ocuparé cada una de estas semanas, en las 4 tareas para preparar mi casa: limpiar, ordenar, adornar, alegrar. 1) TIEMPO DE LIMPIAR - ¿Me atrevería a recibir al Hijo de Dios, en una casa llena de suciedad? Imposible. De igual manera, Jesús no podría hospedarse en mi alma, si esta está llena de pecado. - La mejor manera de preparar mi alma para la venida del niño Jesús es reflexionando, qué cosas me separan de Dios. Haré un examen profundo, pensando con cuales de mis actos le ofendo. Después me esforzaré por hacer una buena CONFESIÓN, pidiendo de corazón a Dios perdón por haberle ofendido a El que tanto me ama. Finalmente, haré un firme propósito de enmendarme, de poner los medios concretos para cambiar. - Veré que una vez con el alma limpia, estaré mucho mejor dispuesto para seguir con los preparativos. 2) TIEMPO DE ORDENAR - Es muy fácil volver a ensuciar la casa, si el tiradero, y el desorden no se quitan. De igual modo, será fácil volver a ensuciar mi alma, si no ordeno mis ideas, mis creencias, mis prioridades. - Poner prioridades, significa pensar qué es lo primero importante en mi vida, qué es lo segundo, qué es lo tercero... - Pensaré que para todo católico lo más importante debiera ser, vivir de manera que logre llegar al cielo, a vivir toda la eternidad, infinitamente feliz con Dios. - Recordaré las palabras de Jesús cuando le preguntaron cuál era el mandamiento más grande: "Amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas, y amarás a tu prójimo como a ti mismo". - Me sorprenderé al reflexionar, en cuántas cosas invierto mi tiempo, mi esfuerzo, mi vida, que nada tienen que ver con lo anterior, y cuan poco tiempo invierto en cultivar mi oración, los sacramentos, las virtudes, el amor, las obras de caridad, el perdón... - Tal vez todos coincidamos en que lo segundo más importante es hacer felices y hacer sentir amados a aquellos que amamos. ¿Cuánto tiempo dedico realmente a esto? Muchas veces, me preocupo más por las cosas, que por las personas. - Y así podría seguir, poniendo en su lugar las cosas de mi vida. Esta segunda semana de adviento escribiré las 5 cosas más importantes para mi salvación y qué pienso hacer para lograrlas. También escribiré 5 cosas en las que pierdo el tiempo y no son importantes. 3) TIEMPO DE ADORNAR - Una vez limpia y ordenada la casa, ahora sí se puede adornar. ¿Cómo adorno mi alma para recibir al Hijo de Dios dignamente? - El alma se embellece con las virtudes. Cultivando las acciones buenas y las actitudes buenas, por ejemplo siendo sencillo, sirviendo o haciendo favores a los demás, siendo amable, hablando bien de los otros, ayudando a aquel que está más amolado que yo, aceptando y teniendo paciencia con aquel que me cuesta, perdonando a aquel que me ofendió... - Esta tercera semana trataré de llenar mi alma de muchas obras buenas. Además al finalizar la semana reflexionaré cuan feliz me hizo el ser bueno y a cuántas personas di también felicidad. ¿No valdría la pena seguir así aunque acabe el Adviento? 4) TIEMPO DE ALEGRÍA - ¡Todo preparado en la casa! Ahora es tiempo de pensar en EL INVITADO. El invitado es nada más y nada menos que Jesucristo, el hijo de Dios. - La más grande prueba de que Dios nos ama infinitamente, es haber mandado a su hijo Jesús al mundo para salvarnos. He de reflexionar, que gracias a su venida es que yo podré un día ir al cielo. - El Adviento es entonces y sobretodo un tiempo de alegría profunda. - Si te fijas, todos los que participaron de cerca en el nacimiento de Jesús: San José, la Virgen María, los pastores, los reyes magos, todos estaban alegres. - De igual manera mi vida debe ser también como un Adviento un poco más largo, una alegre espera de ese momento definitivo en el que me encontraré por fin con el Señor para siempre. - Mi alegría no debe depender de las cosas de la tierra: noticias agradables, salud, tranquilidad, desahogo económico para sacar la familia adelante, etc. La verdadera alegría cristiana, esa que trae una paz y serenidad que nadie puede quitar, sólo la tiene aquel hombre que logra escapar de si mismo, cuando ama a los demás y hace la voluntad de Dios. - Este Adviento trataré de vivir esta alegría, con una sonrisa, una palabra cordial, un pequeño elogio, evitando hacer tragedias por cosas de poca importancia que debería dejar pasar y olvidar. Así contribuiré a hacer más llevadera la vida de las personas que me rodean. Esa es una de las grandes misiones del cristiano: llevar alegría a un mundo que está triste porque se va alejando de Dios. LA CORONA DE ADVIENTO - Existe la tradición de hacer en casa una "Corona de Adviento", que es un círculo de follaje verde (pino, abeto o hiedra), envuelta con un listón rojo y en cuyo centro se colocan 4 velas, para que la familia encienda una cada domingo de Adviento mientras hace oración. - El círculo simboliza la eternidad, el color verde simboliza la vida y la esperanza. El listón rojo significa el amor de Dios que nos envuelve y también nuestro amor que espera con ansiedad el nacimiento del Hijo de Dios. La luz de las velas simboliza nuestra fe. PROPÓSITO DEL MES: - Cada uno de los 4 domingos de este Adviento, me reuniré con mi familia, encenderé una de las velas de la corona, leeré un pedazo del evangelio que me cuenta con detalle como fue el nacimiento de Jesús. Leeré después la parte de este folleto que corresponde a lo que tengo que trabajar esa semana. 1a Semana – Lucas 1, 28-38 - Tiempo de Limpiar 2a Semana - Lucas 1, 39-56 - Tiempo de Ordenar 3a Semana - Lucas 2, 1-7 - Tiempo de Adornar 4a Semana - Lucas 2, 8-19 - Tiempo de Alegría. ¡ESTE AÑO SÍ PREPARARÉ CON ESMERO LA NAVIDAD!

"El Vía Crucis" "

"El Vía Crucis" "

Autor; Hilario Larry Torres"

" Catolico conoce tu iglesia" - El Vía Crucis es una manera de recordar la Pasión de Jesús y de acompañarlo en los sufrimientos que tuvo camino al Calvario. Se divide en 14 ESTACIONES que narran la pasión desde que Jesús es condenado a muerte hasta que es colocado en el sepulcro. - Escucha con atención, medita con respeto y en silencio cada una de las estaciones. INICIO : Padre Santo, mira con bondad a quienes junTo con Jesús, nuestro Salvador, nos disponemos a recorrer, paso a paso, el camino de la cruz. Al iniciar cada estación se dice: + El que Preside: ¨ Te adoramos o Cristo y te bendecimos¨. + Todos: ¨Que por tu santa cruz redimiste al mundo¨. Al terminar cada estación todos rezan : Un Padre Nuestro, Una Ave Maria y un Gloria mientras se avanza a la siguiente estación. Primera estación JESÚS ES CONDENADO A MUERTE Un viernes, cuando llegó la Hora, unos hombres se llevaron a Jesús, con las manos atadas, hasta el palacio de Poncio Pilato, que era el gobernador, para acusarlo con mentiras. Querían que lo condenara a muerte. Pilato se lavó las manos y se los entregó para crucificarlo. Oremos: Jesús, Tú eres muy bueno con todos, pero los hombres te condenamos a morir en la cruz. También ahora, en muchos lugares, hay personas buenas e inocentes, que son conde-nadas injustamente a las cárceles. Jesús mío, te pido por ellos; yo te prometo decir siempre la verdad y no juzgar mal a nadie. Segunda estación JESÚS ES CARGADO CON LA CRUZ Los soldados, después de azotarlo y golpearlo, después de escupirlo y burlarse de Él, le pu-sieron una corona de espinas en su cabeza, lo cargaron con una dura y pesada cruz para que la llevara hasta el monte Calvario. Jesús cargó sobre sus hombros el peso de todos nuestros pecados. Oremos: Jesús mío, cada uno tenemos una cruz en la vida (un problema, una enfermedad, un dolor), ayúdame a llevar la mía con dignidad, con fortaleza, con serenidad y alegría, sabiendo que esa es la voluntad de Dios. Tercera estación JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ El monte Calvario, donde iban a crucificar a Jesús estaba fuera de la ciudad de Jerusalén. La cruz que le hicieron cargar estaba muy pesada, por eso Jesús se cayó varias veces. La primera vez, la cruz le cayó encima y se golpeó su cara y sus manos contra las piedras del suelo. Oremos: Jesús, yo pienso que sufriste mucho al caer bajo el peso de la cruz. Cada vez que peco, pesa más esa cruz para ti, Señor. No permitas que caiga en las tentaciones y te ofenda. Perdóname Jesús. Cuarta estación JESÚS SE ENCUENTRA CON SU MADRE En el camino hacia el monte Calvario, Jesús se encuentra a su Madre. Ella sufría muchísimo al ver que a su Hijo lo llevaban cargando una cruz tan pesada; va caminando muy herido, de-rramando sangre de su cuerpo. La Virgen destrozada, con solo la mirada le dice: ¡Hijo mío, cuánto te amo, siempre estoy contigo! Oremos: ¡ Madre mía, que enorme es tu dolor al ver a tu hijo así. Te pido por todas las mamás, que sufren por sus hijos; consuélalas y dales fortaleza ! Yo trataré de ser siempre un hijo respetuoso y servicial con mis padres. Quinta estación EL CIRINEO AYUDA A JESÚS A LLEVAR LA CRUZ Jesús, que estaba muy cansado y herido, no podía caminar más con la cruz. Ningún hombre se atrevía a ayudarlo..., entonces los soldados obligaron a Simón de Cirene para que ayudara a Jesús con la pesada cruz. Oremos: Jesús Tú siempre quieres ayudar a todos y nos invitas a ayudar, a los demás, no por la fuerza sino con amor; así nos enseñaste Tú. Quiero aprender de ti, ayudando a todos como mejor pueda y aceptar con humildad la ayuda que me ofrecen mis hermanos y compañeros. Sexta estación LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE JESÚS Una mujer del pueblo, al ver la cara de Jesús maltratada, con sangre, desfigurada por los golpes, se acercó a Jesús y con amor y cuidado le limpió y refrescó su cara. Él la miró con agradecimiento, dejándole impreso su rostro, más en su corazón, que en la tela que usó para limpiarle la cara. Oremos: Señor, con ese gran amor que se acercó a ti la Verónica, con ese amor quiero yo también acercarme a las personas heridas, enfermas, ancianas... Que te vea a ti mi Cristo, en cada persona que sufre. Séptima estación JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ Jesús se sentía cada vez más débil por los golpes que le daban y por la sangre que iba de-rramando. Ya no podía más y volvió a caer golpeándose de nuevo la cara, rodillas y manos, pero levantándose con mucho dolor y trabajo siguió su camino. Oremos : Mi Jesús, hay veces que yo también me siento débil y vuelvo a caer. No importa cuántas veces caiga, ayúdame a levantarme siempre igual que Tú, para poder seguir adelante en mi camino hacia ti. Octava estación JESÚS CONSUELA A LAS SANTAS MUJERES Por el camino hacia el Calvario estaban unas mujeres, que al ver pasar a Jesús, se pusieron a llorar gritando. Jesús les dijo: ¨Mujeres, no lloren por Mí, lloren por ustedes y sus hijos.¨ Oremos: Jesús, maestro bueno, en esta estación Tú me enseñas que primero debo corregir mis defectos, antes que fijarme en los de mis hermanos y compañeros. De hoy en adelante, trataré de respetar a todos, reconociendo lo bueno que tienen; procuraré también corregir mis propias faltas, defectos, errores y egoismos. Novena estación JESÚS CAE POR TERCERA VEZ Jesús no tiene más fuerzas, sus piernas ya no lo sostienen y cae por tercera vez. Pero Él sabe que tiene y quiere llegar hasta el final de su misión. Por eso se levanta y sigue. Oremos: Jesús, Tú tenías clara tu meta: salvarnos. Y no importaron los sufrimientos, los dolores las dificultades. Ayúdame a que del mismo modo, yo en mi vida tenga clara mi meta: salvarme y que me levante de todos los obstáculos que encuentre. Dècima estación JESÙS,DESPOJADO DE SUS VESTIDURAS Cuando Jesús llegó al lugar llamado Gólgota donde lo iban a crucificar, los soldados le quitaron su ropa, haciéndole sangrar más las heridas. después lo clavaron en la cruz y los soldados se rifaron su túnica. Oremos: Jesús, naciste pobre en un pesebre y ahora terminas tu vida totalmente pobre también porque te dejaron sin ropas. Jesús amigo mío, ayúdame a sufrir con paciencia cuando me falten las cosas que me gustan. Décimo Primera estación JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ Los soldados acostaron a Jesús en la cruz y le clavaron sus manos y sus pies; después lo levantaron... Jesús quedó colgando en la cruz. Y mientras agonizaba oraba por todos los hombres diciendo: ¨Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen¨. Oremos: Maestro bueno, mira lo que te hemos hecho los hombres. Perdónanos Señor. Quiero aprender como Tú a perdonar y a amar siempre a los que me hagan daño o me ofendan. Décimo Segunda estación JESÚS MUERE EN LA CRUZ La Virgen Maria estaba al pie de la cruz, y junto a ella el discípulo Juan, a quien Jesús quería mucho. Jesús volvió su mirada amorosa a su Madre y le dijo: ¨Mujer, ahí tienes a tu hijo¨, luego dijo a Juan: ¨Ahí tienes a tu Madre¨. Al final exclamó: ¨Todo està cumplido¨. Y reclinando la cabeza, murió. Oremos: Gracias Señor, gracias por dar tu vida por nosotros. Gracias por entregarnos también a tu propia Madre, para que sea también madre nuestra. Ayúdame a conocerla, amarla y encomendarme a ella siempre. Décimo Tercera estación JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ Unos amigos de Jesús llamados José de Arimatea y Nicodemo, lo bajaron de la cruz y se lo entregaron a Maria su Madre. Ella lo recibió en sus brazos; lloraba, lo besaba con mucho amor, nadie podìa consolarla... su Hijo estaba muerto. Oremos: Santa Maria Madre de Dios, tal vez entonces no comprendiste bien la manera en la que sucedieron las cosas, sin embargo, siempre confiaste y aceptaste la voluntad de Dios. Ayúdame a aceptar siempre la voluntad de Dios en mi vida aunque a veces no la comprenda. Décimo Cuarta estación JESÚS ES COLOCADO EN EL SEPULCRO Los amigos de Jesús pidieron permiso a Pilato para hacerse cargo del cuerpo de Jesús.¨Ellos lo envolvieron en una sábana y lo depositaron en un sepulcro nuevo¨. Así sucedió y al tercer día Jesús resucitó y muchos lo volvieron a ver. Oremos: Jesús mío, abriste para nosotros las puertas del paraíso. Gracias a tu muerte y resurrección podremos vivir toda la eternidad en el cielo con Dios. ¡Gracias por tu infinito amor! CONCLUSIÓN : Que tu bendición, Señor, descienda con abundancia sobre esta familia tuya que ha conmemorado la muerte de tu Hijo con la esperanza de su santa resurrección. Venga sobre ella tu perdón, tu consuelo, acrecienta su fe y guíala hasta su salvación eterna. Por Cristo nuestro Señor. Amén. Señor este vía crucis es un modo de decirte: Gracias por morir por mí en la cruz para salvarme, te amo y quiero estar cerca de ti en tu sufrimiento.

La Esperanza

CATOLICO CONOCE TU IGLESIA, POR;HILARIOLARRY TORRES, "LA ESPERANZA" La esperanza es “la virtud sobrenatural con la que deseamos y esperamos la vida eterna que Dios ha prometido a los que le sirven” (1) o “la virtud teologal infundida por Dios en la voluntad por la cual confiamos con plena certeza alcanzar la vida eterna y los medios necesarios para llegar a ella, apoyados en el auxilio omnipotente de Dios”. (2) Sabemos que la tierra es un lugar de destierro para el alma humana, no es la patria definitiva. El dolor y el sufrimiento nos acompañarán siempre desde la cuna hasta la tumba, pero la esperanza cristiana nos recuerda que todos los sufrimientos de esta vida no son nada en comparación con la gloria que nos espera en la vida eterna. La virtud de la esperanza nos habla del premio eterno que dios nos otorgará por nuestros sacrificios que él tendrá contabilizados y nos prepara para aceptar la voluntad de Dios para con nosotros (aunque a veces esta realidad nos parezca incomprensible). No lo podemos entender por lo limitado de nuestro entendimiento y porque no alcanzamos a ver las cosas con la perspectiva que Dios las ve. Dios escribe derecho en renglones torcidos y siempre para sacar lo bueno de lo que nosotros juzgamos malo e injusto. Esta nostalgia de la recompensa en el cielo, es lo que nos debe mantener los ojos dirigidos hacia lo alto. Para animarnos a ser buenos, a ser mejores, en una palabra a ser virtuosos. La esperanza nos sostiene y nos alivia en las cruces y las mortificaciones, en momentos en donde nos parecerá que estamos cansados e imposibilitados de seguir, cuando sentimos que no tenemos más fuerzas. Ella fortalece la paciencia y la ilumina haciéndole ver que el dolor aceptado cristianamente tiene sentido y nos hace crecer espiritualmente desarrollando nuestra madurez. Dios también nos ha prometido el paraíso donde la justicia será satisfecha (si hemos sido víctimas de la mentira, de la calumnia, de la persecución) la Verdad restablecida (la mentira de las falsas doctrinas desenmascaradas, la falsedad de los gobiernos corruptos por ansias de poder, las falsas apariencias). Todo lo que es verdadero brillará de por sí y todo lo que es mentira caerá y se desenmascarará. La esperanza está dentro de un marco racional, coherente, donde lo que esperamos son simplemente los bienes que Dios nos tiene prometidos. No es un optimismo inconsciente y superficial. La esperanza es una virtud sobrenatural y será verdadera, firme y serena, si está fundada sobre la fe. Es por eso que el padre del hijo pródigo pudo resistir no sólo la partida de su hijo, sino que aguardó que “reflexionara” a la luz de la fe, se arrepintiera de su error y retornara a la casa del padre. Fue la esperanza de que Dios actuaría en su corazón que le permitió la fortaleza de aguardar durante el tiempo necesario y permanecer oteando el horizonte para divisar la vuelta de su hijo. Dios nos ha asegurado la felicidad eterna y el reencuentro con nuestros seres queridos. Agrego para aclararlo esta carta que santa Mónica inspiró a su hijo San Agustín desde el cielo para acercar un instrumento más de consuelo y esperanza ante la muerte de un ser querido con la perspectiva de la eternidad. Esta carta leída en un entierro trae mucha paz porque la esperanza cristiana del reencuentro es un bálsamo para el corazón y lo único capaz de aliviarlo en esos momentos límites: “Si tu me amas, no llores Si tu conocieses el misterio insondable del cielo donde me encuentro... Si tu pudieses ver y sentir lo que yo siento y veo en estos horizontes sin fin y en esta luz que todo lo alcanza y lo penetra, jamás llorarías por mí. Yo confronto en esta nueva vida las cosas del tiempo pasado y me resultan pequeñas e insignificantes. Conservo, todavía, mi gran cariño por ti y una ternura que jamás, en verdad, podré engrandecer. Amémonos tiernamente, como nos amábamos antes aunque todo antes era fugaz y limitado. Hoy vivo en la serena expectativa de tu llegada un día... a una hora... en que el señor quiera. Piensa en mí así: En tus luchas, no te olvides de pensar en esta maravillosa morada, donde ya no existe la muerte y donde, juntos, viviremos el amor más puro y más intenso junto a esta fuente inagotable de alegría y amor. Si realmente me amas, no llores más por mí. Yo, estoy en paz.” Este pilar espiritual que significa la virtud de la esperanza, por ejemplo, en el de reencontrar a los nuestros en el cielo lo expresa maravillosamente el teniente de navío Rafael Gustavo Molini ante su partida a la guerra de las Malvinas en 1982 en una conversación grabada que mantuvo con su madre. En ella relata su estado de ánimo, la fuerza espiritual que tenía y, de alguna manera la razón por la cual pudo comportarse como se comportó durante el combate: “Yo estaba en Buenos Aires, de pase en la escuela naval militar. Mi madre estaba en la ciudad de Punta Alta viviendo. Cuando yo llamé por teléfono para despedirme, la noche anterior de volar a Malvinas (las Malvinas se habían tomado hacía unos días), mi madre me despidió de una manera muy particular que no sólo me cambió la ida a las islas, sino que me cambió la actitud en el resto de mi vida. Mi padre se despidió de mí con mucha prudencia y me dijo que me cuidara; luego mi señora, también con mucha prudencia y me dijo que me quedara tranquilo, que siempre iba a cuidar de mis hijos. Al momento de atender a mi madre, yo estaba quebrado ya, y resulta que me encontré del otro lado del teléfono con una mujer eufórica. Yo no podía creer lo que estaba escuchando: ¡una mujer eufórica, orgullosa de que su hijo iba a defender la Patria en las Islas Malvinas! me decía que era el único representante de la familia que iba a poder combatir contra los ingleses. Oí algo así como: que le diera con todo en la guerra, que me jugara por entero, que realmente volviese o no volviese, en muy poquito íbamos a estar juntos de nuevo. Esto realmente me cambió. Era algo que yo ya sabía: de lo corto que es esta vida terrenal y, por supuesto, de la espera de la otra gran vida, la que todos esperamos, los católicos esperamos. Pero resulta que mi madre me lo resaltó tanto y tan bien en ese momento, que me di cuenta que realmente valía la pena ir y jugarse, porque si faltaba sabía que con mi madre y mis seres queridos me iba a encontrar en muy cortito tiempo. Así que, bueno, eso fue, yo creo, el golpe ¡más que apoyo fue un golpazo espiritual! Que me supo dar mi madre; y gracias a Dios yo lo interpreté bien y también lo supe transmitir a todos los que pude; a veces a algunos pares y a gente que, con poca base espiritual, realmente sufría muchísimo el conflicto, como es lógico. Así que ese fue el punto de vista, el más importante”. (3) A lo largo de nuestras vidas, y aún en lo cotidiano, la esperanza nos asistirá siempre. La esperanza humana, que se funda en la divina, es reflejo de ella. Hacemos los esfuerzos en esta tierra porque creemos y tenemos la esperanza de estar trabajando para la eternidad. Es por eso que aceptamos serenamente que unos trabajan y otros cosechan. De ahí que, cuando enseñemos la Verdad y el Bien, ya sea durante las horas de catecismo en una fría y tal vez hasta incómoda sala de parroquia, la esperanza nos sostendrá a hacerlo (aunque el que escuche ponga cara de nada) porque pensaremos que alguien recogerá los frutos y la cosecha de nuestra siembra. Esa misma persona que vemos bostezar delante de nosotros sabemos que en algún determinado momento de su vida tendrá que aferrarse a la esperanza cristiana como único sostén y tratar de darle vida a lo que le enseñamos. Lo mismo sucederá cuando formamos a través de aparentemente interminables años a nuestros hijos o a los jóvenes que nos rodean. Será la certeza de saber que estaremos transmitiendo lo bueno y verdadero y que lo necesitarán para vivir bien, o, si viven mal, para reencontrar el camino. La esperanza de que valga la pena y de que en algún momento la semilla fructificará y dará frutos será lo que nos animará a hacerlo. Ejemplo: un hijo descarriado, que no estudia, que vive en pecado mortal y no se casa, que ha dejado el trabajo y vagabundea etc. lo que nos mueve a seguir y no desfallecer es el amor a Dios y a las almas y estamos convencidos que extender su reino en las mentes y los corazones es lo mejor que podemos hacer por las personas y por ende por la sociedad. La Iglesia enseña que nuestra esperanza en la salvación de nuestra alma debe ser firme, porque Dios no retira su gracia ni aún a los pecadores más empedernidos, pero debe acompañarse con un santo temor de perderla (pero por culpa nuestra, porque no terminamos de aceptarlo, no de Dios). Es el pecador en ese caso y no Dios quien endurece su corazón. En simples palabras nadie pierde el cielo si no es por su culpa. Por parte de Dios, nuestra salvación es segura. Es solamente nuestra parte –nuestra cooperación con la gracia de Dios – lo que la hace incierta. Por eso decimos que la esperanza reside en la voluntad. Si por ejemplo, falleciera un ser querido aparentemente sin arrepentimiento, tampoco debemos desesperarnos. Nunca sabremos qué torrente de gracias ha podido derramar Dios sobre esa alma en su último momento de conciencia. Gracias tal vez obtenidas por oraciones que habremos rezado por esa persona durante nuestra vida o por oraciones de religiosas y religiosos anónimos quienes (enclaustrados o no) dedican sus vidas para rezar por la salvación de las almas. No debemos caer en la desesperanza aunque nuestras vidas aparentemente vayan mal, ya que aunque nuestros planes se tuerzan y nuestras ilusiones se frustren, Dios escribe derecho con renglones torcidos y muchas veces permitirá esos tropiezos para hacernos pensar en él. Dios conoce nuestras circunstancias, sabe mejor que nosotros lo que nos conviene y debemos mantenernos firmes no sólo en cumplir su voluntad sino en profundizar, en pensar, en confiar y en aceptar que sólo nos dará lo que nos ayude a nuestra santificación. De ahí el principio de educación y la importancia de ser educados en la aceptación de la contrariedad, el dolor y el sufrimiento desde la infancia porque el dolor nos va a “acompañar” (nos guste o no) toda la vida. Con dolor sabemos y constatamos que la esperanza no se le inculca a los jóvenes de hoy a quienes la revolución anticristiana les dice hasta el cansancio que la vida es para gozarla y comienza y termina aquí. Por lo tanto se los forma para rechazar toda mortificación, renuncia de sí y hasta del sufrimiento en todas sus manifestaciones desde la infancia, quitándoles toda visión sobrenatural y trascendente. Solamente para los cristianos el dolor tiene sentido, porque nos permite alcanzar la salvación. Es la moneda de cambio que se acumula para alcanzar la gloria. Inculcar desde niños que la vida tiene sentido aunque aparentemente no la “gocemos” o la “reventemos” (en un lenguaje moderno y vulgar) aquí abajo, como les vende la revolución anticristiana. Inculcarles que estamos de paso, que el premio está del otro lado. Para quienes se salven, la esperanza, por lógica, desaparecerá recién en el cielo, donde poseeremos la felicidad que esperábamos. Santo Tomás explica que a la esperanza se oponen dos vicios o pecados: Uno por defecto, la desesperación, que considera imposible la salvación eterna. El mayor ejemplo de la desesperanza lo tenemos en Judas, quien se ahorcó pensando que ya no habría salida para él. Pedro también había traicionado a Jesús, pero con la virtud de la esperanza en el perdón de Dios, lloró su pecado. La Tradición supone que seguramente recurrió a la Santísima Virgen, obteniendo así la posibilidad que Dios nos da a todos los hombres de recomponer nuestra amistad con él. No tienen esperanza los condenados en el infierno porque nada tienen para esperar, como tan bien lo sintetiza en “las cartas del diablo a su sobrino” el diablo viejo y experimentado a su inexperto sobrino, en la tarea de perder a las almas: “conseguir el alma del hombre y no darle nada a cambio: eso es lo que realmente alegra el corazón de nuestro padre... (Satanás)” (4) El otro es por exceso: la presunción que tiene dos facetas: la que considera la bienaventuranza eterna como accesible por las propias fuerzas (sin ayuda de la gracia de Dios) como les sucedió a quienes edificaban la Torre de Babel y a los estoicos (que sufrían y aguantaban el dolor sin contar con Dios como apoyo). La segunda es la que espera salvarse sin arrepentimiento de nuestros pecados u obtener la gloria sin mérito alguno de nuestras buenas obras como un activo para presentar el día del Juicio (como propuso Lutero). La presunción suele provenir de la vanagloria y de la soberbia.

El Sacerdocio

""Autor;"" Católico conoce tu iglesia """By;Hilario Larry Torres"" El Sacerdocio- En este tema te platicare sobre otroSACRAMENTO: EL SACERDOCIO.- Los católicos debemos valorar y respetar mucho a nuestros sacerdotes. También debemos pedir a Dios que haya más sacerdotes y religiosas y estar abiertos si sentimos su llamado o si uno de nuestros hijos tiene vocación. EL SACERDOCIO¿QUIÉN ES UN SACERDOTE?- Un Sacerdote es un hombre que LO HA DEJADO TODO, para SEGUIR A CRISTO. Un hombre que ha decidido ENTREGAR SU VIDA A DIOS para servirle a El y para ayudar a los demás hombres a salvarse.- ¿ Crees que puede haber un hombre más generoso que éste? Es por eso que los católicos debemos amar tanto a nuestros Sacerdotes.¿QUÉ HACE UN SACERDOTE?- Dios quiere que todos los hombres nos salvemos y lleguemos al cielo con El. Y por eso ha querido llamar en el mundo a personas especiales para que le ayuden a continuar su obra de salvación hasta el fin de los tiempos. Los sacerdotes son los INSTRUMENTOS DE DIOS.- El TRABAJO del Sacerdote incluye tres cosas:1. PREDICAR LA PALABRA DE DIOS a los hombres , esto es, enseñar el Evangelio.2. CELEBRAR LOS SACRAMENTOS: bautismo, confirmación, confesión, eucaristía, matrimonio, orden sacerdotal y unción de los enfermos.3. GUIAR AL PUEBLO DE DIOS HACIA LA SALVACIÓN, esto significa, ayudar a que todos los hombres nos salvemos.¿ CUÁNDO EMPEZÓ EL SACERDOCIO ?- Recuerda que en la ÚLTIMA CENA, Cristo nos dejó la EUCARISTÍA y dijo a sus apóstoles:¨Haced esto en memoria mía¨.Con estas palabras les dio el poder de convertir el pan y el vino en su cuerpo y en su sangre.- Después, en la noche del día en que resucitó, Jesús les dio el poder de perdonar los pecados en su nombre cuando dijo:¨A quienes les perdonen los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuvieran, les serán retenidos - Los PRIMEROS SACERDOTES fueron los apóstoles, y después ellos fueron pasando este poder a otros hombres, fueron haciendo sacerdotes a otros, a través de una ceremonia que ahora se llama ¨ ORDENACIÓN SACERDOTAL ¨.LO MÁS IMPORTANTE DE UN SACERDOTE- Lo may importante, lo más grande y hermoso que tiene un sacerdote es el PODER DE CONVERTIR EL PAN Y EL VINO EN EL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO Y EL PODER DE PERDONAR LOS PECADOS.- El Sacerdote es el único hombre a quien Dios ha permitido y dado el poder para hacer estas dos cosas.¿ CÓMO ES UNA ORDENACIÓN SACERDOTAL ?- Para ser sacerdote un hombre necesita estudiar muchos años. Cuando se acaban los estudios, ya se puede ¨ordenar¨, es decir, convertirse en sacerdote. Esto se hace con una ceremonia especial en la Iglesia, que se llama Ordenación Sacerdotal.- En esta ceremonia, el OBISPO les impone las manos sobre la cabeza a cada uno de los que se han preparado para ser sacerdotes y les dice: ¨ Te rogamos omnipotente Dios, que invistas a tu siervo con la dignidad del sacerdocio ¨.El Obispo invoca al Espíritu Santo para que venga sobre los nuevos sacerdotes.El Obispo invoca al Espíritu Santo para que venga sobre los nuevos sacerdotes.- El SACRAMENTO DE LA ORDENACIÓN SACERDOTAL, le pone un sello que no se puede borrar nunca a aquel que la recibe, de modo que el hombre que se ordena es ya Sacerdote para toda la eternidad.- Un Sacerdote es entonces un ¨ HOMBRE DE DIOS¨, y como tal merece siempre nuestro gran respeto.HAY TRES GRADOS EN EL SACERDOCIO- Los hombres que van a ser sacerdotes pasan por 3 grados:1) LOS DIÁCONOS: Los que van al seminario primero ¨se ordenan diáconos ¨ antes de ser sacerdotes. Hay también unos hombres (incluso casados), que son ordenados diáconos para quedarse así y ayudar a los sacerdotes. Los diáconos pueden bautizar, predicar y repartir la comunión, pero no pueden celebrar la misa, consagrar , ni confesar.2) LOS SACERDOTES: Los que ¨se ordenan sacerdotes¨ tienen el poder de convertir el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo, pueden decir misa y pueden perdonar los pecados. Todos los sacerdotes hacen votos, o sea, que prometen: castidad en el celibato (esto significa que renuncian al matrimonio y a cualquier mujer).Además deben imitar las virtudes que vivió Cristo de pobreza y obediencia. .3) LOS OBISPOS:Los Obispos son como los sacerdotes jefes. El Papa es quien escoge al sacerdote que serà elevado al puesto de obispo y le encarga una zona especifica que se llama ¨DIÓCESIS¨.El Obispo dirige a varios sacerdotes que a su vez cuidan de sus PARROQUIAS. Varias parroquias hacen una diócesis.Los Obispos hacen las mismas cosas que cualquier sacerdote normal y, además, son los únicos que pueden administrar el Sacramento de la Confirmación y los únicos que pueden ordenar otros sacerdotes.Algo muy importante es saber que un Obispo debe ser SIEMPRE FIEL AL PAPA, o sea, obedecerle en todo lo que él diga.Si por alguna razón un Sacerdote o un Obispo se desviara de la Iglesia Católica y de lo que el Papa dice, tú sabes que los fieles debemos, ante todo, creer y obedecer al Papa que es el representante de Cristo en el mundo.PROPÓSITO DEL MES :- Ten siempre un gran respeto y amor al sacerdote, recuerda: él lo ha dejado todo, ha dado su vida por servir a Dios y guiar a los hombres a la salvación.- Este mes recemos todas las noches a Dios una oración especial para pedirle que cada día haya may sacerdotes:¨ Oh Jesús, Pastor Eterno de las almas, dígnate mirar con ojos de misericordia a esta porción de tu grey amada. Señor, gemimos en la orfandad, danos sacerdotes y religiosos santos. Te lo pedimos por tu dulce y santa Madre, la VirgenMaría de Guadalupe. Señor, danos sacerdotes y religiosos según tu corazón.¨ 

(El peligro de las sectas)

(El peligro de las sectas)

By;catolico conoce tu iglesia "By;Hilario larry Torres"

Jesús nuestro Salvador fue muy claro al advertirnos acerca del peligro de las sectas por eso nos dijo que "no se dejen engañar cuando varios usurpen mi nombre y digan: Yo soy el Mesías" El peligro de las sectas Cada día que pasa son más el número de sectas que se crean y los episodios lamentables de sus integrantes. Actualmente existen muchas sectas que dicen ser cristianas y en las que las mayorías de ellas están dirigidas por los llamados líderes mesiánicos. Una secta religiosa es un grupo de creyentes, separado del tronco originario y que sigue un líder. La palabra secta viene del latín "secare" que significa cortar y separar. Hay que tener mucho cuidado con el engaño que las sectas proporcionan con el desmedido interés del líder religioso por extraer dinero de sus seguidores. Muchos de sus líderes se dice profeta o enviado de Dios, y exige una obediencia ciega, llevándose a cabo un auténtico "lavado de cerebro" que puede llevar, en algunos casos, al suicidio colectivo. Hace más de un año, un episodio muy lamentablemente y cruel ocurrió en Brasil y fue reseñado por el diario Folha, donde tres personas fueron detenidas por asesinar a tres mujeres, comerse parte de los cadáveres y vender los restos en empanadas. Los integrantes formaban parte de una secta que pretendía purificar al mundo por estar superpoblado y que mejor manera según ellos, de matar y comerse a las personas. En marzo del 2009 en su viaje a África, el Papa Benedicto XVI mantuvo un dialogo con los periodistas presentes en el vuelo Roma-Yaoundé. A la pregunta por parte de un periodista del auge de las sectas en África el Papa respondió lo siguiente: "Ante todo nos damos cuenta de que en África el problema del ateísmo casi no se plantea, porque la realidad de Dios es tan presente, tan real en el corazón de los africanos que no creer en Dios, vivir sin Dios no parece una tentación. Es verdad que existe el problema de las sectas: no anunciamos nosotros, como hacen algunas de ellas, un Evangelio de prosperidad, sino un realismo cristiano; no anunciamos milagros, como hacen algunos, sino la sobriedad de la vida cristiana. Estamos convencidos de que toda esta sobriedad, este realismo que anuncia a un Dios que se ha hecho hombre, y por tanto un Dios profundamente humano, un Dios que sufre también con nosotros, da un sentido a nuestro sufrimiento para un anuncio con un horizonte más amplio, que tiene más futuro. Y sabemos que estas sectas no son muy estables en su consistencia: en el momento puede funcionar el anuncio de la prosperidad, de curaciones milagrosas, etc., pero tras un poco de tiempo se ve que la vida es difícil, que un Dios humano, un Dios que sufre con nosotros es más convincente, más verdadero, y ofrece una ayuda más grande para la vida. Otra cosa importante es que nosotros tenemos la estructura de la Iglesia católica. Anunciamos no a un pequeño grupo que tras un cierto se aísla y se pierde, sino que entramos en esta gran red universal de la catolicidad, no sólo trans-temporal, sino presente sobre todo como una gran red de amistad que nos une y nos ayuda también a superar el individualismo para llegar a esta unidad en la diversidad, que es la verdadera promesa". La Iglesia Católica ha afirmado siempre en su profesión de fe, que cree en Dios, en aquel que "es la Verdad misma, sus palabras no pueden engañar. Por ello el hombre se puede entregar con toda confianza a la verdad y a la fidelidad de la palabra de Dios en todas las cosas. El comienzo del pecado y de la caída del hombre fue una mentira del tentador que indujo a dudar de la palabra de Dios, de su benevolencia y de su fidelidad" (CIC 215). La Iglesia no cree en líderes mentirosos que se autodenominan "Mesías". Jesús nuestro Salvador fue muy claro al advertirnos acerca del peligro de las sectas por eso nos dijo que "no se dejen engañar cuando varios usurpen mi nombre y digan: Yo soy el Mesías. Pues engañarán a mucha gente. Ustedes oirán hablar de guerras y de rumores de guerra. Pero no se alarmen; todo eso tiene que pasar, pero no será todavía el fin" (Mt 24,5-6). Luego nos sigue diciendo que se "presentarán falsos mesías y falsos profetas, que harán cosas maravillosas y prodigios capaces de engañar, si fuera posible, aun a los elegidos de Dios" (Mt 24,24).

Fiesta de Cristo Rey

Fiesta de Cristo Rey

Catolico conoce tu iglesia "" By Hilario larry Torres"

" 24 de noviembre 2013, último domingo del año litúrgico. ¡Prepárate para la fiesta del Rey del universo!   ÚLTIMO DOMINGO DEL AÑO LITÚRGICO: Cristo es el Rey del universo y de cada uno de nosotros. Es una de las fiestas más importantes del calendario litúrgico, porque celebramos que Cristo es el Rey del universo. Su Reino es el Reino de la verdad y la vida, de la santidad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz. Un poco de historia La fiesta de Cristo Rey fue instaurada por el Papa Pío XI el 11 de diciembre de 1925. El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey. Posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido. Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas Fiesta de Cristo Rey con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres. Con la fiesta de Cristo Rey se concluye el año litúrgico. Esta fiesta tiene un sentido escatólogico pues celebramos a Cristo como Rey de todo el universo. Sabemos que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pues se hizo presente en la tierra a partir de su venida al mundo hace casi dos mil años, pero Cristo no reinará definitivamente sobre todos los hombres hasta que vuelva al mundo con toda su gloria al final de los tiempos, en la Parusía. Si quieres conocer lo que Jesús nos anticipó de ese gran día, puedes leer el Evangelio de Mateo 25,31-46. En la fiesta de Cristo Rey celebramos que Cristo puede empezar a reinar en nuestros corazones en el momento en que nosotros se lo permitamos, y así el Reino de Dios puede hacerse presente en nuestra vida. De esta forma vamos instaurando desde ahora el Reino de Cristo en nosotros mismos y en nuestros hogares, empresas y ambiente. Jesús nos habla de las características de su Reino a través de varias parábolas en el capítulo 13 de Mateo: “es semejante a un grano de mostaza que uno toma y arroja en su huerto y crece y se convierte en un árbol, y las aves del cielo anidan en sus ramas”; “es semejante al fermento que una mujer toma y echa en tres medidas de harina hasta que fermenta toda”; “es semejante a un tesoro escondido en un campo, que quien lo encuentra lo oculta, y lleno de alegría, va, vende cuanto tiene y compra aquel campo”; “es semejante a un mercader que busca perlas preciosas, y hallando una de gran precio, va, vende todo cuanto tiene y la compra”. En ellas, Jesús nos hace ver claramente que vale la pena buscarlo y encontrarlo, que vivir el Reino de Dios vale más que todos los tesoros de la tierra y que su crecimiento será discreto, sin que nadie sepa cómo ni cuándo, pero eficaz. La Iglesia tiene el encargo de predicar y extender el reinado de Jesucristo entre los hombres. Su predicación y extensión debe ser el centro de nuestro afán vida como miembros de la Iglesia. Se trata de lograr que Jesucristo reine en el corazón de los hombres, en el seno de los hogares, en las sociedades y en los pueblos. Con esto conseguiremos alcanzar un mundo nuevo en el que reine el amor, la paz y la justicia y la salvación eterna de todos los hombres. Para lograr que Jesús reine en nuestra vida, en primer lugar debemos conocer a Cristo. La lectura y reflexión del Evangelio, la oración personal y los sacramentos son medios para conocerlo y de los que se reciben gracias que van abriendo nuestros corazones a su amor. Se trata de conocer a Cristo de una manera experiencial y no sólo teológica. Acerquémonos a la Eucaristía, Dios mismo, para recibir de su abundancia. Oremos con profundidad escuchando a Cristo que nos habla. Al conocer a Cristo empezaremos a amarlo de manera espontánea, por que Él es toda bondad. Y cuando uno está enamorado se le nota. El tercer paso es imitar a Jesucristo. El amor nos llevará casi sin darnos cuenta a pensar como Cristo, querer como Cristo y a sentir como Cristo, viviendo una vida de verdadera caridad y autenticidad cristiana. Cuando imitamos a Cristo conociéndolo y amándolo, entonces podemos experimentar que el Reino de Cristo ha comenzado para nosotros. Por último, vendrá el compromiso apostólico que consiste en llevar nuestro amor a la acción de extender el Reino de Cristo a todas las almas mediante obras concretas de apostolado. No nos podremos detener. Nuestro amor comenzará a desbordarse. Dedicar nuestra vida a la extensión del Reino de Cristo en la tierra es lo mejor que podemos hacer, pues Cristo nos premiará con una alegría y una paz profundas e imperturbables en todas las circunstancias de la vida. A lo largo de la historia hay innumerables testimonios de cristianos que han dado la vida por Cristo como el Rey de sus vidas. Un ejemplo son los mártires de la guerra cristera en México en los años 20’s, quienes por defender su fe, fueron perseguidos y todos ellos murieron gritando “¡Viva Cristo Rey!”. La fiesta de Cristo Rey, al finalizar el año litúrgico es una oportunidad de imitar a estos mártires promulgando públicamente que Cristo es el Rey de nuestras vidas, el Rey de reyes, el Principio y el Fin de todo el Universo.

"La virtud De La Fe"

"La virtud De La Fe"

Católico conoce tu iglesia " By Hilario larry Torres"

Las virtudes teologales son tres: Fe, Esperanza y Caridad, y su fin es conducirnos a Dios. Son virtudes infusas, recibidas directamente de Dios en el Bautismo y nos acercan a Él. Su objetivo es unirnos íntimamente a Dios, llevarnos hacia Él, de ahí su excelencia. La fe es “una virtud teologal infundida por Dios en el entendimiento, por la cual asentimos firmemente a las verdades divinas reveladas por la autoridad o testimonio del mismo Dios que revela. (1) Dicho de otra manera, es la “adhesión de la inteligencia a la verdad revelada por Dios”. Es una luz y conocimiento sobrenatural por medio del cual, sin ver, podemos creer, lo que Dios nos dice y la Iglesia nos enseña. “Dios nos hace ver las cosas, por decirlo así, desde su punto de vista divino, tal como las ve Él. (2) Humanamente, sin ayuda sobrenatural, no podremos adquirirlas, de ahí la importancia del Bautismo donde se nos infunden. Es por eso que una persona no bautizada tendrá más dificultad en acceder a las verdades sobrenaturales que una que lo está. La fe es un don gratuito. Creemos en una verdad que nos llega de afuera y que no nace de nuestra alma. La fe nos viene desde el exterior y Dios nos invita a someternos libremente a ella para salvarnos. Algunos la tendremos desarrollada desde niños (debido a una sólida formación cristiana) otros la perderemos y la recuperaremos a través de nuestra vida y otros la invocaremos en el último instante de la muerte. Hoy se sabe que el oído es el último sentido que se pierde, de ahí la importancia de rezarle a los moribundos el acto de contrición al oído, ya que no sabemos con exactitud en el instante preciso en que el alma abandona el cuerpo. Dios puede, si quiere, detener el juicio de un alma hasta que ella acepte sus pecados y haga un acto de fe y de contrición, pero este es un secreto que quedará siempre en la intimidad de Dios y el alma. Lo que sí sabemos, porque la Iglesia nos lo enseña, es que es necesario este acto de fe interior para salvarse. “Quien creyere y fuere bautizado será salvo, más quien no creyere, será condenado” (Mc XVI, 16) afirmó Nuestro Señor en el Evangelio. El acto de fe interior a veces (para la tranquilidad de los que creemos y nos preocupamos del alma ajena) será público, otras veces no. Dios no hará responsables de no haberlo aceptado a quienes no lo hayan conocido (por ej: las tribus salvajes del África que tanto decimos que nos preocupan) precisamente porque para rechazar a alguien, primero, hay que reconocer que existe, y ellos no lo conocen. Tampoco lo conocen todos los pueblos a quienes la Verdad no les ha sido presentada. A ellos Dios no les pedirá cuentas, pero a nosotros sí, porque conociéndola, no hemos trabajado para difundirla y enseñarla. A cada uno nos juzgará con infinita justicia, en la exacta proporción de la formación que hayamos tenido, de las gracias que habremos recibido y de las que habremos rechazado. De ahí la importancia de enseñarles a los niños desde la más tierna infancia, a conocer a Dios para luego poder creer en Él, ya que, de las tres virtudes teologales infusas en el Bautismo, la fe es la fundamental. “Mejor tarde que nunca”, dice el refrán, pero es mejor temprano que tarde para conocer a Dios. Es por eso que la niñez es la etapa ideal, donde el aprendizaje es fácil, sencillo, y la inocencia acepta con docilidad lo que es simple, como que Dios es el Creador del Universo, que premia a los buenos y que castiga a los malos. Millones de religiosos y de laicos piadosos lo entendieron así durante veinte siglos, y muchos de ellos aceptaron hasta el martirio físico y espiritual para difundirla, lo que pertenece al capital de gloria de la Iglesia. Creer significa admitir algo como verdadero Creemos cuando damos fe a la autoridad del otro. En cambio, cuando decimos “creo que va a llover” o “creo que ha sido el día más agradable del verano” o “creo que merece la pena conocer el norte” expresamos simplemente una opinión. Suponemos que lloverá; tenemos la impresión de que hoy ha sido el día más agradable del verano, pensamos que vale la pena conocer el norte. Este punto es importante: una opinión no es una creencia. La fe implica certeza. Pero no toda certeza es fe. Cuando veo y comprendo claramente algo no es un acto de fe. No creo que dos más dos son cuatro porque es evidente, puedo comprenderlo y comprobarlo. Esto es comprensión y no creencia. Creencia o fe es la aceptación de algo como verdadero basándose en la autoridad de otro. Ej: nunca he visto un virus, pero como creo en lo que la ciencia dice y confío en ella es que creo en que el virus existe. Sé muy poco de física y nada de fusión nuclear pero, a pesar de que nunca he visto un átomo, creo en sus físicos que aseguran que se produce. No he visto el paso recíproco de los líquidos de distinta densidad a través de la membrana que los separa, pero la ciencia dice que el proceso de ósmosis se produce y creo en ella. Estos son todos actos de fe: conocimientos que aceptamos por la autoridad de otros en quienes confiamos. Hay tantas cosas que no comprendemos, y tan poco tiempo para comprobarlas personalmente, que la mayor parte de nuestros conocimientos se basan en la fe. A este tipo de fe se le denomina fe humana. Cuando nuestra mente acepta una verdad porque dios nos la ha manifestado nuestra fe se llama divina. Las autoridades humanas pueden equivocarse, como ocurrió en la enseñanza universal de que la Tierra era plana. Otras veces las autoridades humanas engañan y mienten como los dictadores comunistas a los pueblos por ellos sometidos o toda estructura de poder corrupta que manipula para sus bajos intereses a sus ciudadanos. Pero Dios es la Verdad y no debemos dudar en las verdades que Dios nos ha revelado. Por ello, la auténtica fe es siempre firme. Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar una alta montaña, partió solo hacia la cima. Llegó la noche y oscureció. La oscuridad le negó toda visibilidad y de pronto, llegando a la cima se resbaló y cayó en el precipicio. Durante los angustiosos segundos de la caída repasó toda su vida como una película... Ya pensando en la muerte que le esperaba sintió un tirón de la soga quedando colgado de la cintura a las estacas clavadas en la roca. De pronto exclamó: -“ ¡Ayúdame dios mío!”-... Y entonces se escuchó una voz grave y profunda de los cielos que le decía: -“ ¿Qué quieres que haga... ?”- -“Sálvame, Dios mío”-... contestó. -“ ¿Realmente crees que Yo soy capaz de salvarte...?”- -“¡Por supuesto dios mío! “. - -“ Entonces... corta la cuerda que te sostiene...”- Hubo un momento de silencio... Lo pensó... y el hombre se aferró más fuerte a la cuerda aún. A la mañana siguiente, el equipo de rescate encontró a un alpinista colgando muerto congelado, agarradas sus manos fuertemente a la soga a tan sólo 2 metros del suelo... Haciendo referencia a éste tan gráfico ejemplo debemos comenzar por aceptar que Dios se manifestó en la persona de Jesucristo, Verdadero Dios y Verdadero Hombre. Si yo creo que Cristo es Dios, entonces debo creer que sus enseñanzas son divinas. De ahí que, plantearse dudas sobre una verdad de fe revelada por Cristo sea cuestionar al mismo Dios y a su capacidad de ayudarnos. El cuestionar: “¿Habrá tres personas en Dios?” o “¿estará Jesús realmente presente en la Eucaristía?” es plantear la credibilidad de Dios y es negar su autoridad al habérnoslo enseñado como verdadero. Por la misma razón, la fe debe de ser completa. De la misma manera que al hacernos socios de un club debemos acatar las reglas ya impuestas por los fundadores, no podemos elegir las verdades que nos gustan de entre las que Dios ha revelado. Decir:”Yo creo en el cielo, pero no en el infierno” o “creo en el Bautismo, pero no en la confesión”, es igual que decir Dios puede equivocarse y yo no…por eso lo corrijo. O estamos dentro de la Iglesia de Cristo con los dogmas que El ha revelado o estaremos actuando como Lutero en el siglo XVI que decidió “elegir” en lo que quería creer y “protestó “contra lo que no, iniciando el desgarro protestante en las conciencias europeas con los saldos que aún hoy vivimos. Es posible creer en Dios de forma puramente natural incluso en muchas de sus verdades. Por ejemplo: observando la naturaleza, que nos habla de un ser superior con un poder y sabiduría infinita; o en el testimonio de quienes lo han podido ver (como los pastorcitos de Fátima que vieron a su madre). Una fe natural de este tipo es un paso para la auténtica virtud sobrenatural, que nos es infundida junto con la gracia santificante en la pila bautismal. Pero es sólo esta fe sobrenatural, que se nos infunde en el Bautismo, la que nos posibilita creer firme y completamente todas las verdades, aun las más profundas y misteriosas, que Dios nos ha revelado. Sin esta fe los que hemos alcanzado el uso de razón no podríamos salvarnos. La virtud de la fe salva al niño bautizado, pero, a partir del uso de razón, debe haber también un acto de fe. Con la fe sobrenatural Dios nos comunica su vida íntima y los grandes misterios haciéndonos ver las cosas, por decirlo así desde su punto divino, tal como Él las ve. Eleva nuestro entendimiento para hacernos comprender verdades sobrenaturales y divinas que jamás hubiéramos podido llegar a percibir naturalmente. Es la que establece el primer contacto entre nosotros y Dios. Fuimos creados libres y responsables de nuestros actos. Nuestra voluntad debe aceptarlo, tratar de conocerlo, de amarlo y de cumplir sus mandamientos. Pero todo esto requiere trato e intimidad que lo lograremos frecuentando los sacramentos y mediante la oración. Según el tamaño del corazón que le presentemos y nuestras ansias de conocerlo es que recibiremos las gracias en la misma proporción. Dios respeta hasta sus últimas instancias la libertad del hombre, y permanecerá detrás de la puerta de nuestro corazón durante toda nuestra vida, llamándonos sí, pero jamás derrumbando la puerta. Él esperará que el picaporte lo giremos nosotros libremente, y no lo hará él por la fuerza. Dios se presenta con cuatro atributos: la Verdad, el Bien, la Justicia y la Belleza. Millones de almas lo han encontrado transitando alguno de estos cuatro caminos. Millones eligieron la belleza (aún dentro de construcciones pobres y simples pero siempre armoniosas porque respetaban las formas, las proporciones y los estilos) no sólo para expresarse, sino para glorificarlo y hacer que las almas se elevasen hacia Él. La Europa cristiana e Hispanoamérica son testigos de esta fe que durante siglos alimentó, elevó e inspiró al alma humana. Fue el creer que Dios era el Creador del Universo y que estaba presente en el sagrario lo que llevó a los hombres a través de los siglos a levantar millares de gloriosas Iglesias y Catedrales y todo el caudal de incalculable valor del arte sacro acumulado durante 20 siglos para darle a Dios el culto debido. En épocas más cristianas se proclamaba que todo se hacía para la “mayor gloria de Dios”. De ahí la búsqueda infatigable de la belleza, que es uno de sus atributos, y por lo tanto uno de los caminos que nos conducen a él. Nuestra naturaleza humana necesita de signos exteriores para elevarse y no importa el estribo o la escalera que le pongamos con tal de que el alma se eleve hacia Dios y no que planee hacia abajo. Es por eso que en los siglos de fe, se ofrecía a Dios lo que el hombre tenía de más precioso y valioso. En toda Hispanoamérica, y especialmente en las ciudades y pueblos de Méjico, Perú o Ecuador hasta en los pequeños pueblos del norte argentino (dentro de su sencillez) abundan cantidad de detalles de belleza que pertenecían al mundo de lo cotidiano. Piezas de orfebrería, obras de arte simples pero bellas, encajes y bordados en las estatuas de la Virgen coronadas de joyas. Los cristianos en general hacían hasta sacrificios financieros para honrar lo mejor que podían al altísimo. Todo esto contribuía a la oración, a generar un clima de lo sagrado, ayudaba al alma a elevarse. El sentido de lo sagrado y de la adoración a Dios y a su Madre quedaba entonces así grabado en el alma de los niños y los marcaban para siempre. Esto es natural en el hombre. La belleza nos eleva hacia Dios y nos lleva a pensar en Él. Hoy se nos embrutece. Se nos lleva y hasta se nos obliga a rezar y a escuchar misas en ambientes feos, en gimnasios o clubes de deportes (con sus aros de basquet en las paredes), carentes de toda belleza, que no se distinguen de los lugares públicos y a veces son aún peores. Lugares hechos a la medida del hombre y para su confort, no inspirándose en Dios y menos pensando en Él. La naturaleza del hombre necesita de signos exteriores para elevarse, y uno sale agobiado de una misa que trata de descendernos al nivel de los hombres en lugar de elevarnos a Dios. En épocas más cristianas, el camino de la fe estaba perfectamente trazado, se lo seguía o no se lo seguía. Se tenía fe, se la había perdido, o no se la había tenido nunca. Pero aquel que tenía fe, y el que, por el bautismo había entrado a pertenecer a la Iglesia católica renovado sus promesas de bautismo mediante el sacramento de la confirmación, sabía lo que debía creer y lo que no. Hoy, la mayoría de los católicos bautizados no lo saben. S.S. Juan Pablo II, en una alocución del 6 de Febrero de 1981 se expresó sobre el tema: “desde todas partes se han difundido ideas que contradicen la verdad que fue revelada y que se enseñó siempre. En los dominios del dogma y de la moral se han divulgado verdaderas herejías que suscitan dudas, confusión, rebelión. Hasta la misma liturgia fue violada. Sumergidos en un “relativismo” intelectual y moral, los cristianos se ven tentados por una ilustración vagamente moralista, por un cristianismo sociológico sin dogma definido ni moral objetiva”. La caída de la práctica religiosa en estos últimos 50 años es gran parte responsabilidad del espíritu satánico que se introdujo en la Iglesia y que levantó sospechas sobre toda la vida eclesiástica de tiempos pasados, de su enseñanza y su moral como estilo de vida. Durante siglos, todo se levantaba sobre los mismos catecismos que transmitían la fe inmutable de la Iglesia fundada por Jesucristo y reconocida por todos los episcopados. La fe se construía sobre certezas, y esas verdades inamovibles se tomaban, (porque se las reconocía como palabras del Hijo de Dios), se dejaban, ,(porque resultaban indiferentes), o se combatían, (porque generaban odio o rechazo). Hoy, los padres constatan que, aún enviando a sus hijos al catecismo ya no se les enseñan las verdades de la fe más elementales como: el Juicio Final, la Santísima Trinidad, el misterio de la encarnación, el pecado original, o la Inmaculada Concepción. Esto genera una tremenda sensación de inestabilidad e inseguridad, como si nos movieran el centro de gravedad, porque una cosa es alejarse libremente de la casa del padre, sabiendo que uno puede irse y volver, y otra muy distinta es que se nos enseñe ahora que la casa del padre, puede o no existir porque de tanto en tanto el padre se muda…Y…si uno lo necesita no se sabe bien en donde hay que ir a buscarlo… La fe se ha convertido así en un concepto vago, indefinido, que ya no nos sirve para vivir porque relativiza las verdades esenciales. Al negar los dogmas de fe, en la Verdad revelada todo puede ser o no ser.